| dc.description.abstract | El básquet es un deporte de carácter intermitente donde se realizan periodos de actividad cortos e intensos de frecuencia media a alta (Meckel, Gottlieb, et al., 2009); (Meckel, Machnai, et al., 2009)), y donde se necesita estar altamente preparado para responder a las necesidades propias del juego, tanto físicas y psicológicas, como técnicas y tácticas. (Ziv & Lidor, 2009). En estos periodos de actividad propios del deporte antes mencionado, se incluyen movimientos a alta intensidad que duran menos de 6 segundos, y otros de intensidad moderada que van hasta 60 segundos (Stølen et al., 2005). Se hacen responsables de las respuestas fisiológicas propias del básquet los sistemas de adenosin trifosfato (ATP), fosfocreatina (PC) y también, las glucólisis máxima y rápida; mientras que al referirnos a la contribución del sistema aeróbico se señala que la misma es de menos del
10%. Por lo que durante la recuperación de una actividad intensa, cuando se debe reponer la PC, la concentración de lactato en sangre se utiliza como fuente de energía y se eliminan los fosfatos acumulados en las células (Wragg et al., 2000). La capacidad de los jugadores de básquet para continuar jugando a una alta intensidad depende de la reconstrucción del almacenamiento de PC y de la eliminación de productos de desecho, los cuales son funciones del sistema aeróbico (Glaister, 2005). | es_AR |
