dc.description.abstract | Los hábitos alimentarios saludables que se adquieren en la infancia ayudan a tener
buenas condiciones de salud a lo largo de la vida.
La transmisión de los mismos se realiza compartiendo la mesa familiar.
Al ingresar al sistema escolar formal se produce la ruptura de la dependencia familiar.
Se trata de un periodo marcado por el aprendizaje de la vida social: disciplina escolar,
horarios estrictos, esfuerzo intelectual, iniciación al deporte.
A medida que los niños van creciendo se incrementan las fuentes de alimento como las
influencias sobre la conducta alimentaria.
Muchos niños, debido al horario laboral de sus padres, optan por la elección de
colegios con comedores escolares para realizar su almuerzo y seguir una jornada
extendida en el mismo (Lorenzo, 2007).
Los comedores escolares desempeñan una función alimentaria en cuanto a suministro
de alimentos y la composición de los menús ofrecidos, una función nutricional que
permite satisfacer las necesidades nutricionales de los alumnos una cualidad
gastronómica y culinaria y una función educativa, contribuyendo a la construcción de
hábitos alimentarios que favorezcan el desarrollo y promoción de la salud (Gil
Hernández, 2017). | es_AR |