dc.description.abstract | El interés por conocer el papel de la alimentación de las personas mayores va en aumento. Las personas mayores constituyen una población de riesgo desde el punto de vista nutricional, por lo que es necesario tener y adoptar un mejor conocimiento de sus necesidades.
Una alimentación adecuada a lo largo de todos los años nos permite tener una vida más prolongada y saludable, y en el futuro, un envejecimiento exitoso. Por lo tanto, una alimentación inadecuada constituye un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles y deterioro de la calidad de vida y salud.
Durante el envejecimiento ocurren cambios fisiológicos y metabólicos como, entre los que se destacan: pérdida de la masa muscular, pérdida de piezas dentarias, aparición de enfermedades del tubo digestivo, enfermedades asociadas al consumo excesivo o prolongado de distintos medicamentos, disminución en la absorción y utilización de distintos nutrientes; que pueden llevar a enfermedades por carencia; también pueden aparecer enfermedades asociadas al abandono y soledad, como depresión, ansiedad; estas pueden estar asociadas con otras enfermedades relacionadas con la malnutrición.
El papel que juega la nutrición en el proceso de envejecimiento y el efecto de la edad en la alimentación, han sido muy discutidos. Varios trabajos han demostrado que los hábitos alimentarios adquiridos por las personas, tienen efectos a corto y a largo plazo en la salud y son considerados como uno de los factores centrales en la prevención de enfermedades crónicas. | es_AR |