Escuelas rurales en Santa Fe: una caracterización cuantitativa de las trayectorias y desempeños
Abstract
Las preguntas que dan inicio a esta investigación surgen, debido a que, en Argentina, los estudios acerca de la situación educativa en los contextos rurales son escasos, y aún son menos frecuentes aquellos que, utilizando información cuantitativa,
se proponen aventurar en una caracterización de alcance nacional o regional. Por lo general, los estudios se orientan sólo a caracterizar los hogares y las ofertas educativas rurales, situando la mirada en las carencias y desafíos del entorno rural, principalmente debido a la escasa, y muchas veces nula, información disponible. Haciendo una breve recorrida histórica, para graficar estas visiones negativas sobre las escuelas en los contextos rurales, puede decirse que, a partir de 1884 bajo la presidencia de Julio A. Roca, se promulgó la Ley 1420 de educación común, lo que produjo la expansión y obligatoriedad de la educación primaria. A pesar del carácter obligatorio, la problemática de la escuela rural ha sido incorporada en la agenda de
política educativa en forma relativamente reciente. Al remontarse a los orígenes, en el nivel primario, las escuelas nacieron bajo la forma de escuelas Láinez 1 , que sólo impartían educación hasta el 4º grado. Principalmente por la baja densidad poblacional,
debieron estructurarse en torno al formato de secciones donde convivían estudiantes de diferentes edades y grados (lo que suele llamarse sección de grados múltiples o plurigrado). Suele resaltarse como carencias el hecho de que un mismo maestro tiene
que atender varios grados a la vez –incluso, en ocasiones, la dirección de la escuela–, que no hay profesores especiales, que los docentes están poco preparados, las dificultades de comunicación y de acceso, el bajo nivel educativo del contexto. Todo
eso combinado construyó una imagen de escuela incompleta y de baja calidad (Terigi, 2008).